Debemos entender que la convivencia social es la forma de estar el ser humano con sus iguales, con los otros y que tiene una nota de distintiva en cada sociedad, según el tiempo y el lugar.
La convivencia social es una necesidad humana, porque el ser humano es un ser bio-psico-social, que nace tan desvalido, que su supervivencia es casi imposible sin el apoyo y la protección de otros individuos.
Max Neef, Antonio Elizalde y Martín Hopenhayn, definen al ser humano como "un ser de necesidades", identificando dos grandes grupos:
- Necesidades de ser, tener, hacer o estar.
- Necesidades de subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, identidad, libertad, recreación, creatividad.
- CUADRO DE NECESIDADES HUMANAS
NECESIDADES | Ser | Tener | Hacer | Estar |
Subsistencia | Salud | Alimentación Abrigo Trabajo | Descansar Trabajar | Entorno social |
Protección | Cuidado Autonomía Solidaridad | Normas Derechos Familia | Defender Cuidar Cooperar | Entorno social y vital |
Afecto | Respeto Tolerancia Solidaridad Autoestima | Pareja Familia Amistad | Compartir Expresar Cultivar | Hogar Intimidad Espacios de encuentro |
Entendimiento | Curiosidad Asombro Racionalidad Conciencia crítica | Educación Comunicación | Experimentar Educar Estudiar Investigar Analizar | Ámbitos de interacción: agrupaciones comunidades, instituciones |
Participación | Adaptación Receptividad Respeto Humor | Derechos Obligaciones Trabajo | Cooperar Proponer Compartir Dialogar Acordar | Ámbitos de participación Familia Vecindario Asociaciones Comunidades |
Recreación | Curiosidad Imaginación Humor Tranquilidad Despreocupación | Juegos Espectáculos Fiestas | Divertirse Soñar Jugar | Espacios de encuentro Tiempo libre Privacidad |
Creatividad | Imaginación Racionalidad Invención Intuición | Habilidades Destrezas Trabajo | Trabajar Inventar Idear Diseñar Proponer | Ámbitos de protección Agrupaciones Talleres |
Todas las necesidades humanas son posibles de satisfacer mediante la convivencia social. Pero satisfacer las necesidades requiere el aprendizaje de ciertas pautas de comportamiento y de adaptación.
¿Cómo las aprendemos? Mediante la interiorización de la cultura.
La cultura es toda creación del hombre, resultado de la invención social, trasmitida y conservada a través de la comunicación y el lenguaje.
Es todo aquello que ha sido aprendido o producido a partir de las relaciones sociales, es decir, son las cosas materiales, ideas, los valores y las creencias de una sociedad, que se heredan y también se transforman y se reconstruyen a través de diferentes generaciones.
Los hombres existen colectivamente, viven en pueblos y ciudades en donde habitan otros muchos hombres; forman familias; tiene amigos, vecinos; se relacionan unos con otros dentro de grupos culturales, religiosos, políticos, educativos y comparten creencias, hábitos y costumbres.
No solo por necesidad de compañía sino para asegurar su propia subsistencia, los hombres requieren de otros hombres. Tanto en la producción de bienes como su intercambio o distribución, son tareas que involucran a más de un individuo y que, en la medida en que se vuelven más complejas, conducen a una serie cada vez más amplia de relaciones humanas.
La convivencia en grupos nos favorece porque nos permite satisfacer las necesidades materiales, pero también nos ofrece educación, moldea nuestros hábitos y guía nuestros proyectos personales, nos permite darles durabilidad o permanencia a esos proyectos; porque la sociedad humana no empieza con nosotros ni se termina con nuestra vida.
La sociedad conserva el recuerdo de otros hombres de los cuales recibimos aportes intelectuales, materiales, culturales, artísticos y sociales. Esto significa que las personas se relacionan unas con otras para satisfacer sus necesidades físicas y afectivas básicas.
El ser humano no solo pertenece sino que participa en los grupos de los que forma parte, creando vínculos de respeto, mostrando interés por los demás, cooperando con ellos.
¿Alguna vez te has puesto a pensar cuántas personas han intervenido en la confección de los jeans que llevas puestos?, esto implica una serie de procesos en los que hombres y mujeres con su trabajo:
-produjeron la materia prima
-la transportaron
-la vendieron
-diseñaron
-seleccionaron el tejido
-cortaron la prenda
-cosieron
-comercializaron el producto
En la actualidad, la diversificación de las tareas ha conducido a una interrelación humana cada vez mayor y compleja.
Pero no solo las tareas hacen que las personas se relacionen entre sí, cotidianamente entablamos diálogos, hacemos gestos, manifestamos alegría o sentimos tristeza, interpretamos señas, mensajes; también son formas de interactuar con nuestros semejantes.
La influencia de algunas personas en el comportamiento de otras, se denomina interacción social.
Esta influencia es recíproca y es producto de un largo proceso de aprendizaje social, en el que interiorizamos conductas aceptadas y esperadas socialmente. Así se generan pautas que nos permiten prever las conductas de otros y a considerarlas para poder actuar, surgen así las pautas sociales y éstas son compartidas por muchas personas.
La interiorización de conductas aceptadas y esperadas socialmente se da durante toda la vida mediante el proceso de socialización... tema que abordaremos en próximas clases.
Lee el siguiente texto ¿Qué diferencias y semejanzas encuentras entre lo vivido por Anna e Isabel? ¿Qué título pondrías a esta lectura? ¿Cómo actuó en estos casos la convivencia social? Teniendo en cuenta el cuadro de necesidades humanas trabajado, ¿qué necesidades fueron satisfechas por Anna e Isabel? ¿Hay en los dos casos interacción social? Cuando Anna, una niña de seis años de edad, fue descubierta por las autoridades en 1938, parecía escasamente humana. Esta niña era no deseada, había sido ubicada en una recámara oscura desde su nacimiento. Alimentada solo con bastante leche para mantenerla viva, privada de contacto y estímulo, su desarrollo fue severamente reducido. Ella no respondía al sonido o a la luz, nunca lloró o se rió y no podía caminar, hablar o incluso masticar, sino que permanecía inmóvil en su cama mirando fijamente en el espacio. Al ser puesta en una casa de adopción, Anna empezó a responder a las personas, a caminar y alimentarse por si misma e intentar hablar. Sin embargo, no se recuperó del abandono sufrido a tan temprana edad y murió antes de cumplir 11 años. Isabel, otra niña encontrada en circunstancias similares, pero mejor alimentada, con cuidados amorosos, se igualó a otros niños de su edad, entró en una escuela secundaria regular, hizo amigos y finalmente se casó y crió a una familia. |
Bibliografía:Rocher, Guy, Introducción a la sociología general, Ed. Herder, Barcelona, 1990
Escoto, Laura y otros, Educación ciudadana, Unidad III/ Unidad IV, Ed. De la Plaza, Montevideo, 2007